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Mostrando entradas de enero, 2019

Del estilo

Voy a tratar de pensar desde otro ángulo por qué creo que el pensamiento en tanto crítico podría concebirse como una verdadera ética, allende las investigaciones foucaultianas a este respecto. Para esto, me referiré a algunos desarrollos de Erik Porge, extraídos de su libro Transmitir la clínica psicoanalítica. Freud, Lacan, hoy . Allí, este analista lacaniano sitúa: “El no-sentido es suplementario del sentido.” [1] Es decir, el no-sentido no es complementario del sentido. Lo cual me lleva a preguntar cuál sería entonces dicho complemento. Podría arriesgar, dado que el autor no lo establece allí, que lo que complementa al sentido, desde el punto de vista psicoanalítico, es el síntoma. Es decir, el síntoma –cuya índole es pulsional- y el sentido se complementan (podría agregar, a través del fantasma). No obstante, continúa Porge: “Este suplemento es falta de sentido y le falta el sentido. Como tal, está vinculado con un deseo, una falta en ser cuyo objeto es a …” [2]

4 RASGOS EPOCALES: Transparencia, endeudamiento, semiocapitalismo y neoliberalismo

“La crisis y el miedo constituyen el horizonte insuperable de la gubernamentalidad capitalista neoliberal. No saldremos de la crisis (…) por la sencilla razón de que la crisis es la modalidad de gobierno del capitalismo contemporáneo.” [1] “Una política de emancipación se extrae del vacío que un acontecimiento hace advenir como inconsistencia del mundo dado. Sus enunciados son nominaciones de ese vacío mismo.” [2]   “El «no saber» no es la pasión por la ignorancia, es la distancia irreductible entre la verdad y el saber, distancia que debe ser habitada para que surja una invención .” [3] Me abocaré a analizar cuatro rasgos de lo epocal, sin pretender agotar para nada la investigación crítica respecto de las coordenadas de “la época”. Me resulta interesante mostrar cómo, el trasfondo de los planteos de los siguientes pensadores críticos, se engarza con un compromiso de orden ético en cuanto lo que se denuncia del presente apunta, evidentemente, a un interés por transfo

Lógica y psicoanálisis...

La lógica, atravesada por el psicoanálisis, implica la intromisión de lo que ella debe excluir para funcionar óptimamente. Esto es, el sujeto de la enunciación, de manera que no-todo se reduce a enunciados en el marco de nuestra experiencia sino que hay otro nivel y que es precisamente el del Øtro en tanto tal. Sostener que el sujeto del psicoanálisis es el sujeto de la ciencia remite al cogito cartesiano en relación al cual, no obstante, la experiencia freudiana aporta su verdad rechazada. Que en el preciso instante de decir “pienso” ya lo estoy diciendo desde el lugar del lenguaje y eso me descentra de mí mismo, valga la redundancia. Ciencia y psicoanálisis son intentos de formalizar lo real. La neurosis, efectivamente “empalma con un real” (Seminario XI). De ese Real algo podemos saber. Tanto en la ciencia como en el psicoanálisis hay producción de saber, letras, matemas. La diferencia estriba en la cuestión de la verdad a la que el pensamiento freudiano postula como causa.

"El pensamiento del afuera" (fragmento)

"Es menos aventurado suponer que la primera desgarradura por donde el pensamiento del afuera se abre paso hacia nosotros, es, paradójicamente, en el monólogo insistente de Sade. En la época de Kant y de Hegel, en un momento en que la interiorización de la ley de la historia y del mundo era imperiosamente requerida por la ciencia occidental como sin duda nunca lo había sido antes, Sade no deja que hable, como ley sin ley del mundo, más que la desnudez del deseo. Es por la misma época cuando en la poesía de Hölderlin se manifestaba la ausencia resplandeciente de los dioses y se enunciaba como una ley nueva la obligación de esperar, sin duda hasta el infinito, la enigmática ayuda que proviene de la “ausencia de Dios”. ¿Podría decirse sin exagerar que en el mismo momento, uno por haber puesto al desnudo al deseo en el murmullo infinito del discurso, y el otro por haber descubierto el subterfugio de los dioses en el defecto de un lenguaje en vías de perderse, Sade y Hölderlin han d

El acto psicoanalítico es causa del proceso de análisis.

Este acto extrae su certeza de la angustia que supone ocupar el lugar del Otro al cual se dirigen las demandas del analizante en tanto exigen imperativamente una respuesta por el sufrimiento que supone la neurosis. Para el Lacan, el sujeto es el sujeto-sujetado, efecto del significante , dividido entre el saber inconsciente y la verdad del deseo que allí se articula, pese a no ser articulable. La prohibición del objeto impone desearlo. Ese objeto primitivamente interdicto –para el caso, la madre fálica- ese esa Cosa misma tan imposible como el Soberano Bien de la ética aristotélica. La posición freudiana acerca del placer al que tiende el deseo, descubre el destino fatal de la omnipotencia infantil, si lo elegido es el ser y no el sentido. El sentido sólo es pensable por la vía de la articulación significante que es, a la vez, causa material del sujeto del deseo inconsciente. El ser remite a la alienación en la que entra el niño, en vías de su constitución como sujeto, si qued