En términos psíquicos la discapacidad repercute como “falta”, es decir, castración. Ahora bien, se trata de la castración imaginaria y no de la simbólica -que nos atraviesa a todos por el hecho de ser hablantes (tenemos pulsión y no instinto; deseo y no necesidad). La castración imaginaria es creer que el que está en falta es uno y solamente uno. Durante el embarazo, ninguna madre –más allá de sus temores- espera que su hij@ nazca con alguna diferencia. Se espera al hijo “sano”, “normal” y en cierto modo “ideal”. Es por eso que el diagnóstico de discapacidad suele repercutir de manera fuerte en el psiquismo de los padres. Emocionalmente puede hasta ser algo traumático y es preciso que, por eso mismo, en la medida de lo posible pueda ser conversado con algún profesional (las sensaciones, los afectos, los miedos, las preguntas e inquietudes). Se tratará fundamentalmente de llevar adelante un duelo por el/la hijo/a deseadx. ¿En qué consiste un duelo? Es un trabajo simbóli...
LØSANGΣ: CLÍNICA PSICOANALÍTICA "PSICOANÁLISIS Y PENSAMIENTO CRÍTICO"