Pieter Brueghel, Los mendigos (1568)
Imagen obtenida de: https://fragmentsdevida.wordpress.com/tag/brueghel/
El mundo de hoy no es el de Frantz Fanon y sin embargo los prejuicios y las subalternidades científicas y culturales subsisten. Evidenciar las inequidades que ha generado y generan los procesos de subordinación cultural en la actualidad, es no sólo un compromiso ético de las ciencias sociales y el psicoanálisis sino también un prerrequisito que les permita contextuar la construcción de conocimientos y no extrapolar acríticamente el pensamiento surgido de los problemas y los interrogantes de otros lugares.
Podríamos suponer una doble implicación del Psicoanálisis en Latinoamérica. En su faz de producción de pensamiento, en el marco de las diversas producciones intelectuales, se encuentra necesariamente implicado en los efectos de la colonización del saber. Al mismo tiempo, como práctica subjetivante, está influido por los efectos de la colonialidad en las subjetividades.
Si lo ubicamos en la tradición del pensar de la sospecha, del pensamiento crítico, que desentraña, deconstruye, interpreta y analiza las producciones culturales podemos calificarlo como una herramienta valiosa en el camino decolonial.
Enrique Pichon Riviere decía que su vocación por las ciencias humanas surgió de la tentativa de resolver la oscuridad del conflicto entre dos culturas y comenta “a raíz de la emigración de mis padres desde Ginebra hasta el Chaco, fui desde los 4 años testigo y protagonista de dos modelos culturales casi opuestos. (Pichon Riviere, Enrique 1975)
Muchos de nosotros portamos esas dos o más miradas culturales. Nos queda el desafío de hacer de ello un promotor de riqueza epistémica y subjetiva y no un antagonismo estéril o un sometimiento alienante.
Fragmento de: "Colonialidad del poder, del saber y del ser. Cinco siglos igual." Por Miguel Tollo. |
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