
“Los locos hacen castillos en las nubes y los psiquiatras… cobran el alquiler”
Comenzamos con el despliegue de la propuesta. Durante el encuentro del día Martes 3 de Mayo de 2011, se trató de hacer lugar a la diferencia. ¿De qué modo? Pues bien, reuniéndonos en lugar de no-reuniéndonos. ¿Eh? Bueno: “Sujetos totales”, esos que no se juntan a conversar, a quienes “no les hace falta”, eso sí que, en principio, quedó en cuestión. Antes de tal día, el grupo no era más que una ilusión, una esperanza, tal vez. Un encuentro selló el acto de juntarse como verdadero y se delimitó un tiempo y un espacio a conquistar. Se armó la falta.
En esta primera reunión, de lo que se trató fue de realizar una presentación general. ¿Cuál es la lógica del grupo? Pregunta fecunda: ¿Existe un grupo en sí? Se destaca la diferencia entre transmisión universitaria y transmisión analítica. Se ubica la dimensión de la ética y del saber. Tensión entre saber (inconsciente, es decir, en relación al Otro) y conocimiento (paranoico, el yo). “La sugestión es inherente a la palabra”. La palabra tiene efectos sobre el sujeto, pero sobre todo, la propia palabra. El sujeto no sabe lo que dice y esto es algo que tendemos a dejar de lado, en tanto es angustiante. Se subraya el no-pacto de quien coordina en relación a la búsqueda de un saber garantido. En tal sentido, se ubica como referente la distancia entre “profesor de psicoanálisis” y psicoanalista.
Inquietantes recorridos:
- ¿Cómo se juega el deseo en la Psicosis?
- ¿Qué significa deseo del analista?
Por otro lado, pero respetando este pensar críticamente, se plantea una radical distancia entre “aforismo” [αφοριζειν] y “axioma” [αξιωμα]. El aforismo como aquello que decanta de cierta experiencia ligada a cierta convicción [Überzeugung]. ¿Tiene, en cambio, el axioma una mera función epistémica o también de resguardo? “Las mujeres no saben manejar…” ¿El dinero? ¿El auto? ¿No saben manejar-se? Que no sepan manejar-se: por suerte. Ella no se aviene Toda a la lectura falocéntrica del fantasma en tanto… ¿misógino? Continuemos. Entonces, intensificación del fantasma en el abordaje de las psicosis: ¿cuál es la fórmula de la causalidad no del deseo del sujeto sino de su reticencia? Poner entre el enfermo y él (el psiquiatra) el banquillo de la escuela... a justo título de angustiado, desde luego. Aparición del Saber, así con mayúsculas. No se discute, no se dialectiza, lo familiar, lo evidente.
Otra cuestión interesante, a enfatizar en este recorte, fueron las múltiples subversiones que Freud en su obra produce sobre ciertas polaridades: mente/ cuerpo; verdad/ ficción; realidad/ fantasía; interno/ externo; lo subjetivo/ lo objetivo; lo normal/ lo patológico.
Luego, abocándonos propiamente a la lectura del Seminario 3 fueron situándose distintas cuestiones que serán retomadas durante el próximo encuentro.
“Sólo estudiando lo patológico llégase a comprender lo normal” – aseveraba Freud. Pero...
Comenzamos con el despliegue de la propuesta. Durante el encuentro del día Martes 3 de Mayo de 2011, se trató de hacer lugar a la diferencia. ¿De qué modo? Pues bien, reuniéndonos en lugar de no-reuniéndonos. ¿Eh? Bueno: “Sujetos totales”, esos que no se juntan a conversar, a quienes “no les hace falta”, eso sí que, en principio, quedó en cuestión. Antes de tal día, el grupo no era más que una ilusión, una esperanza, tal vez. Un encuentro selló el acto de juntarse como verdadero y se delimitó un tiempo y un espacio a conquistar. Se armó la falta.
En esta primera reunión, de lo que se trató fue de realizar una presentación general. ¿Cuál es la lógica del grupo? Pregunta fecunda: ¿Existe un grupo en sí? Se destaca la diferencia entre transmisión universitaria y transmisión analítica. Se ubica la dimensión de la ética y del saber. Tensión entre saber (inconsciente, es decir, en relación al Otro) y conocimiento (paranoico, el yo). “La sugestión es inherente a la palabra”. La palabra tiene efectos sobre el sujeto, pero sobre todo, la propia palabra. El sujeto no sabe lo que dice y esto es algo que tendemos a dejar de lado, en tanto es angustiante. Se subraya el no-pacto de quien coordina en relación a la búsqueda de un saber garantido. En tal sentido, se ubica como referente la distancia entre “profesor de psicoanálisis” y psicoanalista.
Inquietantes recorridos:
- ¿Cómo se juega el deseo en la Psicosis?
- ¿Qué significa deseo del analista?
Por otro lado, pero respetando este pensar críticamente, se plantea una radical distancia entre “aforismo” [αφοριζειν] y “axioma” [αξιωμα]. El aforismo como aquello que decanta de cierta experiencia ligada a cierta convicción [Überzeugung]. ¿Tiene, en cambio, el axioma una mera función epistémica o también de resguardo? “Las mujeres no saben manejar…” ¿El dinero? ¿El auto? ¿No saben manejar-se? Que no sepan manejar-se: por suerte. Ella no se aviene Toda a la lectura falocéntrica del fantasma en tanto… ¿misógino? Continuemos. Entonces, intensificación del fantasma en el abordaje de las psicosis: ¿cuál es la fórmula de la causalidad no del deseo del sujeto sino de su reticencia? Poner entre el enfermo y él (el psiquiatra) el banquillo de la escuela... a justo título de angustiado, desde luego. Aparición del Saber, así con mayúsculas. No se discute, no se dialectiza, lo familiar, lo evidente.
Otra cuestión interesante, a enfatizar en este recorte, fueron las múltiples subversiones que Freud en su obra produce sobre ciertas polaridades: mente/ cuerpo; verdad/ ficción; realidad/ fantasía; interno/ externo; lo subjetivo/ lo objetivo; lo normal/ lo patológico.
Luego, abocándonos propiamente a la lectura del Seminario 3 fueron situándose distintas cuestiones que serán retomadas durante el próximo encuentro.
“Sólo estudiando lo patológico llégase a comprender lo normal” – aseveraba Freud. Pero...
¿Qué es "lo patológico"?
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