Ir al contenido principal

La pantalla del deseo



En su célebre texto Qu´ est-ce que le cinema?, el crítico de Cine André Bazin habla respecto de “EL EROTISMO EN EL CINE”. En dicho capítulo, nos dice: “Sólo en el caso del cine se puede decir que el erotismo aparece como un proyecto y un contenido fundamental [a diferencia de lo que sucede, según él, en el Teatro y en la Literatura]. No único, ciertamente, ya que muchos film entre los más importantes, no le deben nada; pero sí un contenido mayor específico e incluso esencial.” Por otro lado, y apenas unos pocos años antes de la publicación de este libro – que es una recopilación de artículos varios -, el psicoanalista francés Jacques Lacan, aborda la temática del velo en tanto función psíquica, discutiendo sobre la estructura del fetichismo en Freud, en particular, y de las así llamadas ´relaciones de objeto´, en general (teoría psicoanalítica que hizo furor en determinado momento de la historia de esta disciplina, de la mano de autores como Abraham y posteriormente Melanie Klein). En ese contexto, lanza una pregunta interesante: “¿Qué puede materializar para nosotros, de la forma más neta, esta relación de interposición por la cual aquello a lo que se apunta estás más allá de lo que se presenta, sino una de las imágenes verdaderamente más fundamentales de la relación humana, el velo, la cortina?” (LACAN, 1956-7, p. 157). Y un poco más abajo, responde: “La cortina cobra su valor, su ser y su consistencia, precisamente porque sobre ella se proyecta y se imagina la ausencia.” (LACAN, Op. cit.). Es decir, más allá del objeto del amor, no hay nada. O, mejor dicho; hay nada. Una nada que adquiere relevancia gracias a la persiana misma que la reintroduce como “algo” en el plano intermedio, que es el de la pantalla. Dice Do Luca, volviendo al cine, pero en relación con esto: “La tela de las pantallas lleva en filigrana desde hace medio siglo un motivo fundamental: el erotismo…” (L´Erotisme au Cinéma, 1959). ¿Es casual que esto sea así o, de alguna misteriosa manera – quizá no tan misteriosa -  se vincula con la propuesta del psicoanálisis sobre la metáfora del velo? Esta simbolización hace referencia a fin de cuentas a aquello que luego Lacan llamará “el fantasma” (que articula más formalmente durante el siguiente Seminario de 1957-8) y que puede interpretarse como la realidad psíquica freudiana en sí misma, en tanto que sostiene la posición del sujeto alejada del agujero de lo Real traumático – límite a la experiencia subjetiva. Nuestra realidad es fantasmática pero su esencia (y no “la del hombre”, como quería Spinoza) es el deseo. Si medio siglo del arte séptimo da cuenta de una persistencia de lo erótico, de la sexualidad en la pantalla eso se debe a dos cosas. Primero, a que el modo de constituir nuestra realidad-humana es proyectando la “esencia” libidinal sobre el Mundo, la naturaleza, etc., que nos es característica y definitoria. En segundo lugar, no debe olvidarse que el cine, al igual que la fotografía, supone una captación realista de lo que es, una duplicación “objetiva” que no pretende expresar ningún afecto en particular, como podría darse en el caso de la pintura o de las otras artes plásticas. De este modo, llegamos a la conclusión de que la imagen fotográfica, pero más especialmente la IMAGEN ANIMADA, implican una suerte de redoblamiento de la constitución psíquica del tiempo-espacio que hace a esa escena interior que funciona para nuestro espíritu como una ventana hacia lo REAL. A fin de cuentas, vamos a decir, la tela es una suerte de Gran Otro que como tal implica para cada cual el desarrollo de un guión, de una historia, de una trama que lo sujeta como sujeto historizado. La diferencia entre lo psíquico subjetivo y el fenómeno del cine, es que este último es una alucinación compartida…

No conformes con lo dicho hasta aquí, proseguimos en la lectura crítica de los autores. Nos resulta de interés recordar que para Freud la esencia de todo sueño es erótica (lo sexual, el deseo) y que su desarrollo – el del sueño – es vía el mecanismo alucinatorio (FREUD, 1900) en tanto este es el utilizado cada vez que le es exigido al aparato psíquico la realización o el cumplimiento de un DESEO, que reproduzca la primitiva vivencia de satisfacción (FREUD, 1895). Por su lado, Bazin, al igual que otros predecesores, está de acuerdo con la tesis de la esencia onírica del CINE. En este sentido, dice: “… la analogía entre el sueño y el cine me parece que debe ser llevada todavía más lejos. Reside tanto en lo que deseamos profundamente ver sobre la pantalla como en lo que no podría mostrársenos. Se comete una equivocación cuando se asimila la palabra sueño a no sé qué libertad anárquica de la imaginación. Nada está más determinado y censurado que el sueño. (…)… quiero señalar simplemente que la función de la censura es tan esencial en el sueño como en el cine.” (BAZIN, 1958, p. 277-8). Y más adelante, remata: “La única censura decisiva de la que el cine no puede prescindir, está constituida por la misma imagen…” (BAZIN, Op. cit.). Esto, en la escucha de un psicoanalista, es una joya de definición. Nosotros diríamos, más que por la “imagen”, no obstante, por el significante. La imagen acústica, en todo caso, apoyándonos en Saussure. Tanto la exigencia del arte como de nuestra sexualidad, imponen la prohibición como contrapartida exacta del erotismo. Pero es una prohibición que en realidad encubre una imposibilidad. No se trata de leyes culturales específicas para el caso de nuestro ser-para-el-deseo o de un código oficial o formal de censura para el Arte. Nada de eso. Se trata de que el objeto del deseo, implicado a su vez en toda elaboración artística donde el artista juega con eso, es justamente ese más allá de la Ley, entendiendo a ésta como la Ley del Lenguaje. El juego, el cine y el sexo, implican saber reírse de los mandatos de la demanda superyoica. Porque siguiendo a Freud, la censura, es burlada, a veces más, a veces menos.

Regresando a Lacan, el objeto imaginario se constituye a partir de una proyección, al igual que las imágenes en movimiento. De eso se trata en la función del velo. De velar un trasfondo imposible, de angustia, de TRAUMA, de pregunta e incertidumbre: ¿Qué es ser una mujer? ¿Estoy vivo o estoy muerto? Dimensión que no se puede re-presentar, ni en nuestro psiquismo, ni en la pantalla del Cine a no ser por la vía de cierto horror evocativo, que es del orden de lo siniestro y el objeto a. Cuando el losange cae, se produce la proximidad entre el S y el más allá del objeto de amor o identificación, situación que puede traer muchas consecuencias, dentro de las cuales se destaca el cachetazo de Dora al Sr. K. en la famosísima escena del Lago. Pasaje al acto dice Lacan, como caída o salida de la escena. Si algo no nos gusta en la pantalla, emprendemos la retirada de la sala, o cambiamos de canal.

Lo importante de destacar, para ir finalizando, es que a través del fantasma, velo o realidad psíquica “se instituye (…) una relación simbólica en lo imaginario.” Esto se da por la interrupción o punto en la metonimia de la cadena simbólica, y que es marca de la represión. Esta estructura se patentiza en el caso del fetichismo donde se destaca que “el elemento simbólico que fija el fetiche y lo proyecta sobre el velo, se toma prestado especialmente de la dimensión histórica.” “Es el momento de la historia en el cual la imagen se detiene.” “El recuerdo pantalla, (…), es una interrupción de la historia, un momento en el cual se detiene y se fija, y al mismo tiempo indica la continuación de su movimiento más allá del velo.” (LACAN, Op. cit.).

Finalmente: “El amor se transfiere mediante una metáfora al deseo que se prende al objeto como ilusorio, mientras que la constitución del objeto no es metafórica, sino metonímica. (…) ¿Por qué el velo le es al hombre más precioso que la realidad?”

Buenos Aires, 29 de Septiembre de 2017            

Comentarios

Entradas populares de este blog

Acerca de Homo academicus de Pierre Bourdieu

“ La lucha simbólica pone en juego el monopolio de la nominación legítima, punto de vista dominante que, al hacerse reconocer como punto de vista legítimo, se hace desconocer en la verdad de punto de vista particular, situado y fechado .” (Pierre Bourdieu, 1984) Introducción En este artículo nos proponemos comentar el libro del sociólogo francés Pierre Bourdieu dedicado a la investigación crítica del mundo universitario francés, Homo academicus (1984). Vale aclarar que este comentario no pretende ser una indagación exhaustiva sobre las ideas allí apuntadas por el autor, ni una crítica académica profunda sino más bien un sencillo recorrido selectivo al modo de un acercamiento al material en cuestión para algún futuro posible lector, en miras de provocar cierto interés en su lectura.  Homo academicus se trata de una investigación que recae sobre el campo universitario , la cual busca delimitar las particularidades del mismo (los habitus , las ilusio , las distintas

LA METÁFORA PATERNA (Parte 1)

Introducción Jacques Lacan representa un retorno crítico al pensamiento de Freud. Cuando decimos “crítico” lo oponemos a “ingenuo”. ¿Qué sería un retorno ingenuo? Un retorno ingenuo sería repetir religiosamente los enunciados de Freud sin cuestionarlos ni elaborarlos. De este modo, Lacan representa una elaboración del legado freudiano, una lectura o interpretación del mismo. ¿Con qué sentido? La producción lacaniana apunta, desde el inicio, a revalorizar el descubrimiento del maestro vienés. Esta revalorización implica, tácitamente, suponer que ha habido una degradación. Una degradación de la palabra del fundador. Lacan sostiene que, de hecho, la hubo. Esta es su posición. Hubo una depreciación del descubrimiento freudiano y, en múltiples lugares de su obra, pero especialmente, en sus primeros escritos y seminarios, podemos ver la insistencia de esta posición: a Freud se lo degradó, se lo vulgarizó. Por ejemplo, en su escrito “Función y campo de la palabra y del lenguaje en p

Definiendo Pensamiento Crítico

Fuente:  http://www.criticalthinking.org/ Definiendo Pensamiento Crítico Pensamiento crítico ... el despertar del intelecto al estudio de sí mismo. El pensamiento crítico es un concepto rico que se ha desarrollado durante los últimos 2.500 años. El término "pensamiento crítico" tiene sus raíces a mediados del siglo XX. A continuación, ofrecemos definiciones superpuestas que juntas forman una concepción sustantiva y transdisciplinaria del pensamiento crítico. Pensamiento crítico según lo definido por el Consejo Nacional para la Excelencia en Pensamiento Crítico, 1987 Una declaración de Michael Scriven y Richard Paul, presentada en la 8va Conferencia Internacional Anual sobre Pensamiento Crítico y Reforma Educativa, verano de 1987. El pensamiento crítico es el proceso intelectualmente disciplinado de conceptualizar, aplicar, analizar, sintetizar y / o evaluar de manera activa y hábil la información recopilada de, o por, observación, experiencia, re